LOS PERDONES Y LA POLITICA

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Las disculpas no son sinceras, no hay arrepentimiento

Autor:   Bernardo Ptasevich

SOLO HAY NEGOCIOS Y PODER

Ya no importa quién tiene razón, tampoco importa si se trata de un delito, una falta de respeto, una ofensa u otro motivo. El asunto es pedir disculpas ante cualquier cosa que pueda afectar el éxito en unas elecciones, para mantener el poder en cualquier cargo o para hacer un buen negocio. Lo que nunca preguntaron es si los ciudadanos están de acuerdo. Cometen excesos sin su permiso y luego se disculpan de la misma manera.

EN USA NO SABEN DISCULPARSE

Podríamos comenzar con la política de USA ante la inminente elección, donde tanto Hillary Clinton como Donald Trump tienen muchos asuntos que merecen pedir perdón a sus electores. Quizás el primero de ellos sea por haberse presentado como candidatos.  Lamentablemente una frase que veo repetida en personas y medios con los que no comparto absolutamente nada es aplicable a cualquier ciudadano estadounidense que se ponga a reflexionar para decidir su voto. “ Ninguno de los dos cumple con los requisitos mínimos, hay que votar por el menos peor”  Pero votar de esa forma es mediocre, tan malo como vender el voto a cambio de dinero. El voto en blanco o anular el voto como forma de reclamo y la libre expresión tampoco es recomendable ya que ayuda al que tiene la ventaja con lo cual no cumple su verdadera intención. Se ven nubes en el horizonte del mejor aliado de Israel, los Estados Unidos.  

LAS DISCULPAS PENDIENTES

Donald Trump, que entre muchos perdones debería pedir uno grande por su maltrato a las mujeres, (que a no ser por su poder lo tendría ahora en el banco de los acusados de un juicio rimbombante) cambia su discurso para convencer al auditorio de turno, pero ya todos saben que antes dijo lo contrario. Clinton trata de ignorar que ha sido muy descuidada con su información privada, lo cual de por sí ya es un problema para quien pretende gobernar una de las naciones más importantes del planeta. Sus asesores y la gente de su entorno deberían cuidarla más y cuidar sus teléfonos con información confidencial peligrosa para su candidata. John Podesta, jefe de la campaña de Hillary reconoció que ha perdido su celular, no hay mucho más que agregar, ya sabemos todo lo que pudo haber allí dentro. El tambien deberia pedir perdon a su jefa y a los electores demócratas. Hillary Clinton está perdiendo la oportunidad de disculparse por lo que contienen esos correos, trata de obviar el tema, como si la verdad no fuese a aparecer. O quizás esté esperando tener sus fueros de Presidente si es que estas filtraciones no terminan con su previa ventaja en las encuestas.  Del otro lado del planeta, el muy soberbio Vladimir Putin no tiene ni la menor idea de lo que es disculparse, salvo por escuchar a quienes le piden perdón a él. Utiliza su poder militar no solo dentro de su país, ni siquiera con los países vecinos, algunos de los cuales desea integrar, sino también interviniendo en favor de un gobierno determinado como lo hace en Siria. Ha causado la muerte de mucha gente que no son militares, ni milicianos, ni combatientes, sino simples ciudadanos atrapados en las ciudades que los rebeldes y Hassad se disputan. En general los líderes mundiales generan acciones que merecen una solicitud de perdón que nunca van a realizar porque va en contra de su imagen poderosa.

ISRAEL HACE UN CURSO INTENSIVO DE PEDIR PERDÓN

Esta semana el gobierno israelí tuvo que salir a disculparse en forma urgente ante el gobierno italiano por el mal manejo de las relaciones internacionales de su viceministro de Cooperación Regional Ayoob Kara, perteneciente al partido Likud. Este personaje no tuvo mejor idea que declarar que la causa del terremoto en Italia del 26 de octubre del presente año se debió a la resolución que aprobó la Unesco desvinculando a los judíos del Monte del Templo de Jerusalem. Ni siquiera tuvo en cuenta los cientos de muertos que allí se produjeron y tampoco que los italianos no son judíos por lo cual aun convencido de semejante disparate debía saber que no le entenderán. Todo hace dudar de la capacidad de dicho funcionario, de sus superiores y del gobierno.

En el año 2010 al viceministro de Relaciones Exteriores Danny Ayalon se le ocurrió en plena crisis entre los dos países invitar a la television israeli a filmar un encuentro con el embajador turco Ahmet Oguz Celikkol previamente invitado por el gobierno. No tuvo mejor idea que comentar a los camarógrafos como desprecio en forma intencional al Embajador, obligándolo a sentarse en una silla más baja y negándose a estrechar su mano. Inmediatamente aparecieron las disculpas desde la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu, “No hubo ninguna intención de humillar al embajador personalmente, me disculpo por la manera en que fue presentada la protesta de Israel”  

Solo para mencionar algunos casos, en  2014, el presidente israelí Reuven Rivlin se disculpaba con Dilma Rousseff por un funcionario de la cancillería que calificó a Brasil como “ Enano diplomático” porque ese país condenó lo que consideraban excesiva violencia en Gaza, «las expresiones usadas por ese funcionario no corresponden al sentimiento de la población israelí»

Pero si hay una disculpa que desborda el vaso es la referente a la flotilla turca llena de terroristas armados que intentó romper el cerco a Gaza en pleno conflicto. El propio Primer Ministro Netanyahu tuvo que llamar a Recep Tayyip Erdogan disculpándose por cualquier error que pueda haber llevado a la muerte de 9 activistas turcos durante el abordaje del Mavi Marmara” en mayo de 2010. Esta disculpa no terminó en 2013 con este llamado, continuó su curso hasta que se formalizó recientemente de gobierno a gobierno con el agregado de una “ indemnización” cuyo monto no está muy claro y que se supone irá a parar a manos de los familiares de los muertos en ese episodio. Si bien esto está ligado al negocio del gas que puede traer grandes ingresos futuros, nadie fue consultado. Netanyahu maneja estas cosas como si se tratara de su propia Empresa, calculando a su placer riesgos y posibles ganancias. No ha considerado la ética del país ni la de sus ciudadanos manejando el asunto como cuando arma una coalición de gobierno. Arriesga con dinero de todos, no es su dinero. Invierte en una indemnización que la mayoría de los ciudadanos no desea otorgar ( obligados a pagar grandes impuestos cada dia) porque representa reconocer algo que no sucedió de esa forma. Pone en duda la actuación de nuestras FDI ante los ojos del mundo. Entiendo que estas disculpas, estos dichos y diretes deberían pasar por otro proceso. Que los funcionarios deben hacerse responsables de sus palabras y los hechos que generan. Que no se puede regalar el dinero público en negociaciones de supuestos negocios y mucho menos si implica el reconocimiento de culpas ajenas. Israel está en los primeros puestos de esta metodología, y eso que por falta de espacio evite poner otros ejemplos. El mundo está lleno de perdones y disculpas hoy en dia, pero ninguno es sincero, no hay arrepentimiento, solo hay negocios y poder.