Israel es un gran puzzle

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Armarlo es el desafio de todos

24 03 2021     Editorial      Bernardo Ptasevich

Una, dos, tres, cuatro elecciones y quizás cinco…nuestro país está dividido en varias partes y el armado es de máxima complejidad. Para colmo de males las encuestas tratan de volvernos locos, antes, el día de las elecciones y una vez terminadas con las supuestas bocas de urna, que no son otra cosa que OTRA ENCUESTA. Un día tendremos que comprender que nuestro país es de los israelíes, de los ciudadanos. Si a alguien no le gustan ciertos ciudadanos, es una pena, porque alguien les dio ese derecho y fue en democracia. No concibo un país donde el gobierno tome decisiones solamente para favorecer a su sector. 

BIENVENIDA LA DIVERSIDAD

Israel es un ejemplo de diversidad, y lo es con todas sus grandes diferencias y a pesar de gobiernos que no lo han entendido. Desde la izquierda más radicalizada, la más aggiornada, el centro derecha, el centro izquierda, la derecha, la derecha radicalizada, los partidos religiosos y los partidos árabes, pasamos por un crisol de ciudadanos de las más diversas ideas, y a pesar de todo CONVIVIMOS. 

Desde ciudadanos judios ortodoxos, judios ortodoxos radicalizados que no quieren al pais, judios religiosos diversos, judios reformistas, católicos, evangelistas, mesianicos, musulmanes o israelies que solo se sienten identificados como tal y no profesan religión alguna, pasamos por un crisol de religiones que parecerían una bomba de tiempo y sin embargo CONVIVIMOS. 

Desde personas con la cultura más diferente, con las costumbres más diversas y llegadas desde países tan distintos que todo podría explotar, Argentina, Uruguay, Chile, México, Venezuela, Colombia, y todos los países de latinoamérica, Irak, Irán, Siria, España, Rusia, todos los países de la ex Unión Soviética, España, Líbano, Etiopía y otros países africanos, una gran ensalada con los más variados componentes que no podrían congeniar por la diferencia de culturas y sin embargo CONVIVIMOS. 

Claro que hay dificultades, claro que hay diferencias, claro que a veces hay problemas, claro que no nos salvamos de la discriminacion que existe en todo el mundo, de los prejuicios, los miedos, la desconfianza, pero aun así CONVIVIMOS.

Israel es el hilo conductor que nos une, por diferentes razones. La inmensa mayoría siente esa necesidad y ese deseo de defenderlo. Todos los caminos nos llevan a cuidar nuestro país y en eso se terminan las diferencias. 

UN PAÍS DEMOCRATICO

Israel pelea día a día por ser un país democratico, por ser un país donde respetamos los derechos de todos y donde todos deberían tener las mismas obligaciones. No es tarea fácil. Porque si CONVIVIMOS a pesar de todo lo expuesto, no podemos CONVIVIR políticamente, no nos podemos poner de acuerdo en una ruta común que se mantenga sin importar quien gane las elecciones. Claro que con sus matices, nadie habla de uniformidad. El 80 por ciento de las cosas que se necesitan son comunes a todos los partidos, a todos los líderes, todos quieren EDUCACIÓN, TRABAJO, SALUD, SEGURIDAD, todos quieren a sus familias y amigos. Que pasa que no podemos sentarnos a consensuar el otro 20 por ciento. Para eso sirve la política, el arte de lo posible, no para hacer acuerdos por debajo de la mesa (que también es posible pero es inadmisible), sino para charlar, discutir, exponer y llegar a una solución en la que todos puedan estar incluidos. Solo hay que excluir a los que nos quieren destruir, a los que no creen en nuestro pueblo, nuestra historia y decidieron tratar de eliminarlos por medio de la fuerza, incluidos los árabes extremistas, los Neturei Karta judios y otros similares. 

LA KNESSET ES LA REPRESENTACIÓN DEL PUEBLO

Dejemos de lado por un momento quien pueda ser el Primer Ministro de Israel y concentrémonos en lo básico e imprescindible de una democracia que se jacta de tal sin llegar a lograrlo por completo. Quien logre formar gobierno debe respetar a rajatabla el funcionamiento de LA KNESSET, el parlamento de nuestro país. Allí es donde están representados en forma proporcional todos los ciudadanos. Nada más justo que eso, nada más igual a la realidad. No podemos estar en manos de una sola persona, de una sola idea, de un solo poder. El ejecutivo representado por el Primer Ministro, La justicia y la Knesset deben funcionar sin interrupciones y sin interferencias, con total libertad. Es el juego de la democracia. Si falta el parlamento o se suspende durante algún periodo por la razón que sea, perdemos la libertad y el derecho a expresarnos por medio de nuestros representantes. Bienvenida la diversidad en la Knesset, eso es la garantía de que las leyes serán más justas y equitativas, es la garantía que se corregirán los errores, es la garantía de que los funcionarios o gobernantes deben dar cuenta de sus actos, en que gastan el dinero público, o sea más transparencia. Si nos parece normal que el país en algunos periodos no tenga un parlamento en funciones, pues nos equivocamos de punta a punta. Ahí está el futuro, ahí está el secreto de un buen funcionamiento de la sociedad. Hay que defender las instituciones sin importar con qué sector simpatizamos o en qué líder confiamos. 


Los verdaderos líderes quieren quedar en la historia por su trabajo y sus actos de grandeza ante situaciones límite. La actualidad política de hoy es límite, casi al borde de una quinta elección en poco tiempo que seguramente dará resultados similares. Requiere de grandes desprendimientos, sobre todo dejar de lado el Ego en pos del bien común. Si lo hacen, también será beneficioso para sus carreras y sus ambiciones políticas. La gente sabe reconocer los buenos actos más temprano que tarde. Hay que juntarse, de todas las ideas, de todos los sectores, buscar soluciones, dejar de crear odio y problemas entre los ciudadanos. Todos amamos Israel, todos juntos debemos trabajar por el futuro. Confío que aflore la inteligencia y el espíritu democratico para ser capaz de vencer todas las dificultades.Con pesimismo solo iremos al caos. Tenemos tantas cosas en común para defender que las diferencias quedan pequeñas. Solo hay que darse cuenta. Gobernantes, líderes, ciudadanos, todos juntos. Basta de agredirnos, basta de calificarnos, las ideas no se juzgan, se juzgan solo los delitos y para eso está la justicia. No somos enemigos, podemos ser adversarios en una competencia electoral, pero al día siguiente todos somos ciudadanos. Muchos intereses tratan de crear enfrentamientos porque eso da réditos, eso vende, pero la verdad dará por tierra esos procedimientos. Israel es demasiado importante como para que se destruya desde adentro. Debemos ser fuertes y unidos y enfrentar a quienes nos quieren destruir desde afuera. El futuro es lo único que se puede cambiar.