CUANDO ES ATACADO, ISRAEL RESPONDE

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Las FDI defienden al país y en forma simultanea ayudan en Nepal

autor: Bernardo Ptasevich

¿Quién dijo que querer la paz significa entregarse para ser masacrado por el enemigo? Israel quiere la paz y sus ciudadanos quieren vivir en paz, pero los enemigos acechan y no tienen el mismo deseo.
Atropellan con sus vehículos a civiles en las paradas de colectivos, acumulan armas para tratar de cumplir con sus objetivos utilizando el dinero de ayuda internacional en forma ilegal o disparan cohetes contra territorio israelí para sondear el terreno, lo cual les juega en contra porque nos recuerdan con ello que están allí, muy cerquita, y que no debemos descuidarnos. Un error de apreciación o cálculo sobre cada amenaza puede ser fatal. Israel no se puede equivocar porque está en juego su propia existencia.

Vuelven a caer misiles en el norte de Israel
Casi al terminar la fiesta de Iom Haatzmaut, los vecinos de Gaza decidieron tirar unas bengalas (como sumándose al festejo) pero materializando una provocación que Israel no está dispuesto a tolerar. Esta semana, tras mucho tiempo de silencio volvieron a activarse las alarmas en el norte del país.
Las sirenas sonaron en varias ciudades y aldeas del Golán, Odem, Bukata, Majdal Shams, Masada, Neve Atib, Nimrod, Al Rum, Ein Kanya y hasta en la capital Katzrin. Los residentes de esos sitios, muchos de los cuales son habitados por mayoría drusa (pero frecuentados por turistas israelíes en forma masiva) escucharon las explosiones.
Cuatro cohetes fueron disparados y dos de ellos cayeron en campo abierto del Golán sin causar daños ni heridos. El Hermón, unica estación de esquí del país fue desalojado por prevención y se cerraron los caminos de acceso a la zona.
Las FDI están analizando si los cohetes fueron un ataque directo al país o se trató de desvíos de la guerra que se lleva a cabo en territorio sirio. Las batallas internas ya están en el borde fronterizo con Israel representando una gran amenaza.
Todo indica que se trató de un ataque del gobierno de Assad a los rebeldes que ocupan la provincia de Quneitra en el lado sirio de la frontera israelí.

La situación se repite en forma periódica
La calma en la zona no duro más de cuatro meses. Los últimos ataques en el norte datan de fines de enero cuando también se habían registrado disparos desde Siria. En esa ocasión alegaron que era una represalia porque los israelíes habían atacado un convoy donde además de armas viajaban militares iraníes y miembros de Hezbollah. En la operación murieron 12 de ellos entre los cuales se encontraba un general iraní confirmando la estrecha relación y la responsabilidad que les cabe. En ese momento el destacamento de la ONU que funcionaba del lado sirio tuvo que retirarse en forma inmediata y apresurada trasladando todos sus efectivos al lado israelí que le garantiza su seguridad. Desde entonces todo el manejo de la organización dejó de funcionar en Siria y por lo tanto no hay veedores que puedan relatar los hechos. Las encarnizadas batallas diarias que se libran en Siria no permiten la presencia de observadores internacionales y estos solo pueden ver lo que se aprecia desde la vereda de enfrente. Como en ocasiones anteriores Israel respondió atacando posiciones terroristas y depósitos de armas tal como adelantó que sería su política al respecto.

Siempre responsabilizan a Israel
En los días previos la zona estaba tensa. Medios árabes aseguraron que la aviación israelí atacó y destruyó depósitos de misiles y armas cuyo destino sería el grupo Hezbollah que está interviniendo en forma directa dentro de Siria. Su participación no hace más que involucrar al Líbano en esas disputas. Los israelíes desmintieron haber sido los responsables de ese ataque y por consiguiente tampoco se adjudican las bajas causadas. Todo hace creer que fue la filial de Al Qaeda, Al Nusra fue quien disparó contra los depósitos de armamento como parte de las batallas internas en Siria, pero siempre queda cómodo culpar a Israel. De todas formas si las FDI lo hubiesen hecho sería otro acto de prevención y defensa que consideramos totalmente legítimo y necesario. Sin quererlo, otros que solo piensan en su guerra propia a veces nos dan una ayuda. Otra vez al constatar la caída de cohetes en el Golán cada disparo tuvo su respuesta contundente. Israel ya había contestado en enero con su aviación atacando en Gaza los lugares desde donde salieron esos cohetes hacia su territorio. Ahora se respondió en la frontera norte. Como complemento necesario se instalaron en la zona gran cantidad de soldados, movilizando tanques y equipamientos listos para el caso de que sea necesario actuar. Se anuncia también el traslado al norte de los sistemas de defensa que tan bien funcionaron en el pasado.

Dos frentes, uno bélico y uno solidario
Mientras recibe ataques y responde a los mismos, el Ejército de Israel “Tzahal” se las arregla para ayudar a las víctimas del terremoto que sacudió Nepal el domingo tal como lo hiciera en el pasado con Filipinas y otros sitios donde se ocasionaron desastres climatológicos o naturales. Según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel, 80 israelíes llegaron muy rápidamente con ayuda humanitaria. En las horas siguientes arribaron 170 militares en un vuelo de carga. “Estamos en una misión para lograr tres cosas: implementar las principales operaciones de búsqueda y rescate. Admitir pacientes en nuestros hospitales de campaña. Ayudar al pueblo de Nepal, manifestó el Coronel Yoram Larado, quien es el jefe de la delegación. Trabajarán en forma conjunta con organizaciones humanitarias de otros países tratando de asistir a los afectados de una desoladora realidad en la que murieron más de 5000 personas. Entre los desaparecidos hasta el momento se encuentran 150 turistas israelíes que aún no se contactaron con sus familiares.
Durante dos semanas como mínimo los equipos de búsqueda y rescate van a tratar de localizar supervivientes entre los escombros de los edificios que se derrumbaron. Varios israelíes ya han regresado a salvo. Es maravilloso ser parte de un país que responde inmediatamente en forma solidaria con quienes sufren desastres como este. No se trata de negocios con otros países, se trata de asistir sin pensar en la conveniencia, ayudar a mejorar lo que de todas formas es terrible. Pero en forma paralela Israel debe defenderse y lo hace destruyendo (aun si no lo confirma) depósitos con armas y misiles o en tránsito para las organizaciones terroristas que lo amenazan, contestando los disparos en lugares específicos desde donde estos provienen, pero lo que resulta más admirable, lo hace con permanentes adelantos en la industria de defensa.
Sistemas que desvían misiles con destino a los aviones comerciales, la varita mágica que intercepta misiles tierra tierra y que va a ser muy útil para anular la acción enemiga, la ya conocida y probada cúpula de hierro, o los tanques y vehículos blindados a control remoto que van a formar parte de la guerra en el terreno. Todo apunta a que los habitantes se sientan protegidos y puedan vivir dentro de la mayor normalidad posible. Israel y su ejército merecen un reconocimiento que nunca vendrá del exterior. Nosotros, los ciudadanos israelíes se lo damos junto con nuestro agradecimiento. ■