El islamismo y la inseguridad asaltan las ciudades de Europa
Autor: Bernardo Ptasevich
Cuando la violencia ocupe todas los rincones del continente, haya que obedecer órdenes injustas y elegir entre la vida o la muerte, muchos ciudadanos van a enfrentar la inseguridad de su familia optando por cambiar de rumbo. Cuanto mejor sea la posición social y económica más rápido tomarán las decisiones y más fácil les resultará ejecutarlas. Si solamente una pequeña parte de los europeos toma esa decisión, millones de personas se distribuirán en los posibles destinos que no se elegirán por el paisaje sino por la seguridad, el estilo de vida, lo que rinda su capital al llegar y las oportunidades que se le ofrezcan.
LOS ATENTADOS EN EUROPA VAN A CAMBIAR EL MAPA MUNDIAL
Si durante mucho tiempo los europeos veían las noticias con desinterés porque pensaban que el terrorismo era un mal ajeno que afectaba a países y lugares muy lejanos, hoy ya saben que estaban equivocados. Escribí en Aurora hace bastante tiempo y alarmado por su indiferencia, que ellos estaban en la lista de infieles, que muy pronto iban a sentir en carne propia los efectos de estas organizaciones. La mayoría de los medios internacionales pro palestinos hicieron sentir a ciudadanos que vivían en el limbo que el problema era entre árabes y judíos, que los terroristas nacieron por el conflicto entre israelíes y palestinos. Pero la apertura de sus gobiernos hacia los islamistas y los últimos actos terroristas empiezan a abrir sus ojos sobre una realidad que no querían ver. Ante este panorama, ya no solo los judíos se irán de Europa en busca de una nueva vida. Lo harán todos los que no quieran vivir bajo las normas de la sharia en su propia casa.
LOS REFUGIADOS Y EL CRECIMIENTO ISLÁMICO EN EUROPA
En el viejo continente viven aproximadamente 18.000.000 de musulmanes, la mayoría de los cuales son hoy ciudadanos de la CEE, Comunidad Económica Europea. Entre ellos se mimetizan y esconden los autores de todos los actos de terror conocidos. Tienen libre tránsito por su territorio, pueden vivir, hacer negocios, trabajar, estudiar y cometer atentados en el sitio que elijan. Los más jóvenes han nacido en Europa, ocupan o pueden ocupar cargos en los gobiernos, manejar mucho poder y dinero. No vamos a entrar en la simpleza de creer que todos los musulmanes que viven en Europa son terroristas pero es un hecho que todos los terroristas son islamistas. Solo con que un pequeñísimo e insignificante porcentaje lo sea, estamos ante un gran problema. El resto de su comunidad tampoco da muestras de querer acoplarse a las normas de sus países y optan por obedecer a la dirigencia extremista. Entre todos sueñan con una Europa Islamista y hasta ahora no han encontrado oposición suficiente. Como en todas las épocas, habrá personas que se darán cuenta de lo que pasa cuando ya no haya soluciones ni tengan opciones.
CÓMO SERÁ LA NUEVA INMIGRACIÓN
Los que decidan adelantarse a los hechos van a buscar otros horizontes aprovechando que hoy todavía pueden tomar sus decisiones. Hombres de negocios, Empresarios, Gerentes, o Emprendedores, están acostumbrados a viajar y a detectar las oportunidades. Conocen el mundo y no les dará miedo hacer cambios si la situación lo exige. América del Sur es todavía un continente menos contaminado por el islam, por más que algunos gobernantes hayan abierto las puertas a esas organizaciones. Aun en esos sitios se están produciendo cambios políticos que auguran una corrección de rumbo que es alentadora. Pero hay otros países americanos con políticas mucho más claras que pueden ser muy atractivos para la llegada de los nuevos inmigrantes. Ante esta situación, es importante que los gobiernos decidan una política migratoria clara y adaptada a la nueva situación mundial, informando a los interesados cuáles serían sus derechos y sus obligaciones. Está claro que los posibles candidatos no serán personas carenciadas sino que se tratara de gente con recursos, capacitación y experiencia que podrán aportar capital para inversión genuina que genere recursos al país, empleos a los nativos, y otros beneficios. Si por el contrario se especula con que vendrán a llevarse lo que hay o a quitar trabajo de los actuales trabajadores estarán transitando los frustrantes viejos caminos que impidieron el progreso de la zona.
ARGENTINA Y URUGUAY SERÁN OPCIONES INTERESANTES
Estados Unidos, Canadá o Australia serían supuestamente la primera opción como destino de los inmigrantes europeos, pero los países emergentes pueden brindarles más posibilidades de desarrollo. Con diferentes perfiles, Argentina y Uruguay son alternativas interesantes aunque no serán elegidos por arte de magia si todo se deja librado al azar. Tomemos como ejemplo al territorio israelí cuyo tamaño es similar al del departamento de Tacuarembó y en el que viven hoy casi 8.300.000 personas. En ese pedacito de tierra aún se ve desde la ruta espacio en el que fácilmente podría duplicarse la población. Imaginen entonces las posibilidades que tiene Uruguay con sus diecinueve departamentos poco poblados y no muy desarrollados. Piensen lo que sería del país ( 3.000.000 de uruguayos emigraron en diferentes épocas y por diferentes razones) si vuelve a recibir millones de inmigrantes. Más inversiones, empresas, empleos, más turismo, aumento del consumo interno, más en todos los rubros. También en Argentina abunda espacio y oportunidades. La política de inmigración debería adaptarse a la situación actual, aprovechando esta coyuntura para crecer. Ofrecer incentivos que los hagan elegir su país en lugar de otros, exonerando impuestos por un tiempo, dando facilidades para instalarse en el país, para la compra de viviendas, para la creación de Industrias y Empresas. Hace falta visión, capacidad y voluntad política. Lo que se otorga hoy se recupera muy pronto en forma de impuestos y por el crecimiento que generará en la economía. .
LA INMIGRACIÓN SIEMPRE FUE MOTOR FUNDAMENTAL DE CRECIMIENTO
Entre 1870 y 1929, llegaron a América del Sur millones de inmigrantes europeos que con su esfuerzo y trabajo contribuyeron al crecimiento de estos países. Judíos, suizos, franceses, alemanes, eslavos, españoles e italianos, no impusieron sus caprichos en el nuevo país sino que aceptaron respetar las leyes del lugar al que llegaron sin dejar por ello sus costumbres y creencias. Los inmigrantes futuros serán diferentes, no viajarán con viejos baúles ni llevaran consigo sus colchones. Traerán sus euros para comprar propiedades o hacer inversiones y moverán la industria de la construcción creando empleos. Quienes abandonen a tiempo una Europa cada vez más islamizada tendrán la posibilidad de una buena vida en países que no estén contaminados con el peligro terrorista. Si aquellos inmigrantes que llegaron sin nada pudieron aportar progreso a los países y a la región, los actuales tendrán la posibilidad de ser muy positivos ya que no estarán interesados en ocupar trabajos comunes, situación que ha generado grandes problemas cuando la inmigración de vecinos pobres parecía quitar trabajo a los trabajadores locales. Seguramente asistiremos a una gran competencia de opciones entre Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Brasil, y otros países de la región que podrían obtener un gran beneficio casi sin ningún riesgo recibiendo a estas personas.