CHIITAS Y SUNITAS DEL MUNDO PONEN EN JUEGO SU PODER
Autor: Bernardo Ptasevich Fuente memoriasdelmundo.net
En una guerra abierta de intereses económicos, política, religión y poder, varios países árabes han hecho lo que Occidente y los Estados Unidos no han querido realizar, romper relaciones con el régimen iraní. Hoy en día esos países e Israel tienen un enemigo común, lo cual de ninguna forma los convierte en amigos. Será difícil para el gobierno israelí mantenerse totalmente al margen de los acontecimientos.
ARABIA SAUDITA ROMPE RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON IRÁN
La política saudita de los últimos tiempos ha sido atacar la economía de los iraníes, sus principales competidores en la producción y venta de petróleo. Para ello ha bajado los precios a niveles que no se veían desde hace años aumentando el bombeo del crudo en forma considerable y aprovechando las sanciones internacionales que castigan a Irán. Este domingo, Arabia Saudita hecho a los diplomáticos iraníes debido al ataque recibido en la embajada saudita en Teherán pero la realidad es mucho más compleja. Los saudíes ejecutaron a 47 personas incluido el clérigo chiita Al Nimr que estaba condenado a muerte por terrorismo e incitación a la violencia. En plena primavera árabe, Al Nimr impulsó las protestas donde cientos de manifestantes chiítas salieron a la calle contra la marginalización recibida del régimen gobernante. Podemos estar frente al inicio de un conflicto mucho mayor ya que hay otros asuntos sin resolver y no se descarta que las cosas puedan derivar en enfrentamientos armados impredecibles. Ambos países han estado equipandose en forma acelerada y se dotaron de elementos tan modernos como sofisticados. Si bien el presupuesto de los saudíes es muy superior al de los iraníes, estos cuentan con un ejército más numeroso y con la experiencia obtenida en los conflictos anteriores. Se cree que Arabia Saudita patrocino financieramente el programa nuclear de Pakistán para contrarrestar a Irán, pero los pakistaníes son ahora socios de China y no quieren unirse a ninguna iniciativa militar. Un enfrentamiento de este tipo puede arrastrar a toda la región incluso a las potencias. Los últimos conflictos en Siria, Irak, Yemen, Bahrein y también el Líbano mostraron a ambas potencias en lados opuestos. Irán está manejado por los chiitas quienes también son mayoría en las principales zonas petroleras saudíes. Arabia Saudita es manejada por los sunitas. Ya sabemos que chiitas y sunitas es un cocktail explosivo donde no hay forma de negociar nada. Un gran enfrentamiento militar no puede descartarse.
IRÁN SEGUIRÁ SIN RECIBIR INVERSIONES
A pesar de que el 15 de diciembre de 2015 la Organización Internacional de la Energía Atómica ratificó que en la actualidad ese país no tiene un programa nuclear con fines militares y que ello supone que Teherán ha cumplido hasta el momento con su parte del acuerdo nuclear, las sanciones que iban a ser lentamente levantadas seguirán vigentes en la mayoría de los casos. La tensión con Arabia Saudita y los países de la región que rompieron sus relaciones diplomáticas interfieren en los planes iraníes de bombear más petróleo y aumentar sus ingresos. Aunque las sanciones de la ONU referentes al programa nuclear fueran levantadas, quedan otras de la misma organización por su programa de misiles, a las que debemos sumar las que mantienen los EEUU por el apoyo a grupos terroristas y las violaciones de los Derechos Humanos. En estas condiciones las inversiones prometidas no van a llegar como estaba previsto para el 2016. La economia del pais de los Ayatollahs no podrá ser reconstruida y toda su estructura tambalea, tanto en lo financiero como en lo político. Los americanos están listos para imponer duras multas a cualquier entidad que opere en Irán y las Empresas no se van a arriesgar a hacerlo en estas condiciones. La Guardia Revolucionaria quiere que Rohani pierda las próximas elecciones, lo cual sería un paso atrás en los últimos cambios políticos presuntamente más moderados. Jamenei no va a permitir a los científicos nucleares iraníes hablar con la AIEA ni tampoco que estos inspeccionen los arsenales de misiles.
LA RUPTURA INFLUYE TAMBIÉN EN LA POLÍTICA ESTADOUNIDENSE
Luego del costoso y complejo camino que recorriera el Presidente Barack Obama para llegar a un posible entendimiento con Irán, los Republicanos están listos para pasarle la factura. A nadie más que a ellos les viene como anillo al dedo lo que está sucediendo. Tanto Israel como Arabia Saudita tienen un importante lobby en el país del norte y no vacilaran en utilizarlo contra Irán. El Presidente Barack Obama quien impulsó y al final consiguió poner en marcha las negociaciones con Irán no quedara muy bien parado. Se mueven las fichas en el Golfo y el tablero mundial sufre modificaciones. Quizás Obama ha sido un poco ingenuo si pensaba que había salido con la suya. Esta compleja situación influirá sin dudas en las próxima elecciones de los EEUU. El presidente israelí, Benyamin Netanyahu podría hacer una mueca de satisfacción ya que ha sido un duro detractor de los acuerdos, pero la alegría no le durará mucho tiempo ya que todos estos movimientos hacen más volátil la seguridad de Israel. Será difícil que pueda mantenerse imparcial y tendrá que poner en alerta máxima a todas la fuerzas del Ejército si el conflicto se sale de madre.
OTROS PAÍSES ACOMPAÑARON LA DECISIÓN DE ARABIA SAUDITA
No podían faltar las bravuconadas de Hassan Nasrallah, esta vez contra la familia real que gobierna Arabia Saudita. En su mitin el líder de Hezbollah los acusó de buscar la guerra civil entre chiitas y sunitas en todo el mundo y amenazó con que la sangre de Nimr al Nimr va a acosar a la familia Al Saud hasta el dia de la resurrección. El Islam se divide en dos ramas, sunitas y chiitas. Esta separación se produjo después de la muerte del profeta Mahoma y en la lucha por liderar a los musulmanes. Los sitios más sagrados para el Islam son La Meca y Medina y se encuentran en territorio saudita. Por su parte Irán tiene la mayor población de chiitas que también maneja su gobierno. Dentro de la tensión entre esos sectores se enmarcan las últimas decisiones políticas. El gobierno de Bahrein también rompió relaciones diplomáticas con Irán y dio un plazo de cuarenta y ocho horas para que sus representantes abandonen el país. Sudán no se ha quedado atrás y también siguió sus pasos. Los Emiratos Árabes Unidos llamaron al embajador iraní y disminuyeron sus lazos diplomáticos que seguramente terminarán también en la ruptura. Estos países son sunitas y por lo tanto acompañaron la movida que se ha generalizado..