En lugar de florecer vida solo se cuentan cadáveres
Estambul, vista desde documentales de la televisión me ha sorprendido. La riqueza arquitectónica, los negocios de ropas de las mejores marcas, los restaurantes llenos de gente. La mayoría de las personas que andan por esos sitios bien podrían confundirse con porteños paseando por Puerto Madero. Cabe preguntarse que pensara toda esa gente cuando el Primer Ministro de su país quiere cambiarles la forma de vida por una islamista, religiosa por obligación y con grandes restricciones. Que pensaran sobre el futuro del turismo, fuente de ingresos muy importante no solo para el país sino para los comerciantes de los diferentes rubros. Se sabe que no solo los fundamentalistas islámicos han votado a este gobierno. Seguramente muchos que desean vivir como los occidentales han creído en los cuentos que se les hizo antes de las elecciones. En momentos en que Recep Tayyip Erdogan muestra una gran inestabilidad en sus declaraciones y un rumbo muy definido en sus acciones la primera que debe estar muy preocupada es la comunidad turca secular e incluso
los religiosos practicantes no fundamentalistas.
De aliado estratégico a potencial enemigo peligroso
Respecto a las relaciones con el Estado de Israel el Primer Ministro Turco cambia en forma permanente sus declaraciones públicas en un “Hoy te quiero, mañana te odio, y después solo te tolero”. Así parece ser el discurso de Erdogan que luego de amenazar con enviar sus barcos al Mediterráneo se apresuro a declarar que había sido mal interpretado. Sin embargo a las pocas horas y según un periódico turco, la Marina ha recibido órdenes que implican tener por lo menos a tres de sus fragatas en el mar para intervenir en caso de que Israel quiera interferir fuera de las doce millas marinas el paso a Gaza de embarcaciones con supuesta ayuda humanitaria. Están encendiendo un fosforo cerca de la pólvora. De esto al inicio de un conflicto marítimo armado puede haber unos segundos. El gobierno turco no puede jugar con estas cosas y no lo hace en forma inocente. Esta clara la intención de presionar a Israel hasta el límite y también lo está el vuelco que han experimentado ahora en forma pública hacia Irán y Siria. Erdogan no haría esto si no contara con el expreso apoyo de Ahmadinejad y de los grupos terroristas de la zona. Aprovecha la mal llamada primavera árabe para posicionarse al frente de un gran bloque islamista. En su mente imagina que en los grandes países árabes se producirá el triunfo de los sectores islámicos más radicalizados y quiere estar cerca de los ganadores.
En primavera florecen los jardines
El entusiasmo internacional por la primavera árabe va decreciendo a medida que pasan los días. En primavera la naturaleza nos regala un abanico de verdes que brilla en sus plantas y campos junto a los mejores colores y perfumes iluminados por un intenso sol. Pero en esta primavera árabe lo único que vemos es muertos y más muertos, destrucción y más destrucción. El nombre elegido para este fenómeno simultáneo de rebeldía hacia los dictadores no es el adecuado. No se sabe a ciencia cierta quienes son los rebeldes, a quienes responden, quienes son o serán sus líderes y como harán para mantener a la población actuando dentro de sus lineamientos. Que hicieron antes de rebelarse en armas contra la dictadura de turno y como saldrán de este espiral de violencia son por ahora preguntas sin respuestas. Han armado a la población, lo que incluye a chicos muy jóvenes que no parecen tener ninguna instrucción en manejo de armas. Aun si la tuvieran no integran organizaciones que puedan regirse por algún tipo de código de ética o comportamiento, o sea que serán incontrolables. Muchas preguntas, pocas respuestas. Ver armados hasta los dientes a los supuestos liberadores de los pueblos es preocupante. Cuando matan a alguien festejan como si fuera un juego de mesa en la que son vencedores. No se trata de personas que luchan contra la opresión para poder vivir una vida normal. Han crecido en dictaduras, en regímenes autoritarios que no respetaron nunca la vida humana, se han desarrollado en la violencia, en la cultura de matar o morir. Por que creer que cambiaran ahora? Que es lo que han estudiado o aprendido para hacernos suponer que serán diferentes a un Gadafi, un Assad o un Mubarak? Tendremos que acostumbrarnos a contar muertos, a las venganzas, las injusticias, ejecuciones sumarias, represiones y persecuciones. Antes eran los perseguidos y ahora serán los perseguidores.
Donde había acuerdos no habrá reconocimiento de firmas
Israel y Egipto mantienen por ahora un acuerdo de paz, una paz fría que nunca los convirtió en amigos pero que les permitió hacer negocios y mantener una imagen exterior de no agresión. Los egipcios en su mayoría no aprecian a los israelíes, pero la fuerza que tenía Mubarak hizo que los acuerdos fueran respetados mas allá de pequeños incidentes o distracciones de sus fuerzas armadas. Egipto ha permitido el ingreso de materiales bélicos ilegales a través de los túneles que conocen perfectamente. No se sabe aun por cuánto tiempo el mismo Ejercito Egipcio que siembre fue parte del poder dirigirá los destinos del país. Por ahora no han dado demasiadas muestras de querer largar la posta y ya se ven las primeras protestas en su contra. En una de ellas se cobraron como botín la Embajada de Israel en el Cairo. Si no tomaron también la vida del Embajador, su familia y el personal de la representación diplomática fue gracias a la presión que ejerció el gobierno de los Estados Unidos a pedido de Netaniahu quien nunca fue atendido por los responsables de la Junta Militar egipcia. Este fue el primer incidente grave que incluyo la destrucción deliberada de bienes israelíes y una muestra de que pretenden borrar de un plumazo los acuerdos firmados anteriormente. La firma de Mubarak que había sido la garante del periodo de calma es hoy la firma de un preso que está siendo juzgado por sus acciones, las verdaderas y otras que le adjudicaran sin lugar a dudas. El pueblo egipcio quiere anular la paz con Israel y si el gobierno provisorio no se pone firme van a lograrlo en poco tiempo.
Varios frentes, un panorama oscuro y no muy lejano
El gran peligro y gran enemigo sigue siendo Irán, sus planes atómicos y su intención de borrar a Israel del mapa. Los vecinos de Israel son en realidad los socios de Ahmadinejad que con su cercanía ofrecerán a los iraníes la plataforma de lanzamiento para intentar ejecutar sus planes. Si Turquía sigue en este camino se sumara a la campaña bélica. Siria, aun si cambiara de gobierno, lo secundara con gran empeño. Egipto será otra de las patas de la mesa en caso de que los Hermanos Musulmanes sigan acaparando poder o que se deje a los grupos fundamentalistas afines a Al Qaeda realizar sus acciones sin oposición. Hezbola desde el Líbano aportara su arsenal almacenado bajo la mirada ciega de la O.N.U. en estos últimos tiempos. Hamas, al que seguramente se sumara la Autoridad Palestina en pos del objetivo mayor, casi se ve como un bebe de pecho al lado de esos grandes enemigos que nos acechan. Mientras tanto el gobierno de Israel trata de minimizar los hechos agradeciendo ayudas recibidas bajo presión, sugiere que el Ministro Turco no dijo lo que dijo y que volverán a ser amigos pronto, muestra su inmovilidad ante el planteo palestino en la Asamblea General que se realizara este mes en la O.N.U. y pretende esconder hechos irrefutables que tienen que preocupar aun al ciudadano más distraído de este país.