Irán apoyaría a Siria en un eventual ataque a Israel
Desde el punto de vista militar hay expertos y analistas que tienen elementos de juicio e información para saber si estamos preparados para la próxima guerra. Advertimos que si no confiamos en que militarmente estamos preparados para afrontar cualquier contingencia ya podríamos darnos por vencidos. Pero, si algo no hacen los judíos y desde hace algunas décadas el Estado de Israel, es darse por vencidos. El espíritu que nos ha permitido salir de las situaciones más complejas sigue vigente en el alma, el cuerpo y la mente de cada uno de nosotros. Eso estará disponible ante cada situación de emergencia que se presente, esas que nos encontraran codo a codo defendiendo la misma causa. Las F.D.I. (FUERZAS ARMADAS DE ISRAEL) han demostrado estar a la altura en situaciones de emergencia y en los acontecimientos más graves. Sin embargo en otros que parecían más fáciles hubo falencias y dificultades que nuestros enemigos han aprovechado para simbólicamente perder el respeto a la invencibilidad israelí.
Dormirse en los laureles es peligroso
El mundo no está inmóvil. Muchas cosas han sucedido desde aquellas grandes epopeyas y también desde los últimos acontecimientos no tan felices. En el tiempo transcurrido han cambiado los hombres que deciden los destinos del país, ya sea en la parte política, la que debería dar el puntapié inicial a cualquier acción bélica, como en la parte militar. La tecnología del armamento israelí ha cambiado y ha mejorado sensiblemente con el apoyo de nuestro aliado norteamericano y también por desarrollo de nuestra propia industria. Pero la diferencia con tiempos pasados es que nuestros enemigos disponen ahora de enormes fortunas derivadas del petróleo y la reinversión de su producido económico en diferentes negocios. Las armas y la tecnología que antes no estuvieron en sus manos por no tener la capacidad de hacerlas, ahora las han comprado hechas junto al adiestramiento para utilizarlas. Ante la mirada distraída de la comunidad occidental, varios países han vendido y entregado a los países islamistas armamento y entrenamiento sofisticado con los que hoy nos amenazan con mayores posibilidades de eficacia.
Ya no jugaran con pequeños cohetes Kassam
Nuestros enemigos tienen ahora misiles de gran alcance que pueden causar daño en nuestras ciudades y provocar enormes problemas a nuestros ciudadanos. Incluso los Grad de mayor alcance han sido transferidos a los grupos terroristas afines. Hoy día pueden disparar proyectiles con cabezas químicas y en poco tiempo tendrán otros que contengan materiales nucleares. Subestimar estos cambios y pensar que siempre ganaremos todas las guerras en cualquier circunstancia sería un error grave. Nadie es campeón del mundo por siempre. Los mejores equipos pierden alguna vez, ya sea por utilizar una táctica o planteo equivocado o por medir erróneamente la fuerza del rival. No hay invicto que no se haya perdido y esto no es un partido de futbol ni un torneo internacional. Las últimas guerras se han desarrollado fronteras afuera. A pesar de que cayeron misiles en nuestro territorio, el grueso de los enfrentamientos se desarrolló en el Líbano y en la franja de Gaza. Posiblemente la próxima guerra sea diferente. Debemos preguntarnos si estamos preparados para una guerra de esas características.
A juzgar por cierta desorganización que se advierte en los integrantes del gobierno por lo menos debemos preocuparnos. Llegan desde esas esferas mensajes con opiniones contradictorias y diferentes en lugar de trasmitir una posición conjunta y unánime. Se percibe cierta peligrosa soberbia y subestimación de los adversarios e incluso bastante apatía en la propia población. Miramos en la televisión noticias y videos producidos en los lugares de conflicto. Allí se muestran impactantes imágenes de muertos y heridos, hombres mujeres y niños que no siempre son combatientes, pero nunca pensamos que una situación así se produzca en nuestra casa. De esa forma no tomamos conciencia completa de la gravedad de la guerra y de las secuelas que deja. No es lo mismo mirar en la pantalla que vivir esas situaciones. Por la T.V. puede parecer una novela o una película pero la realidad es mucho más cruda.
HAY POSIBILIDADES DE GUERRA EN NUESTRO TERRITORIO
Las autoridades deben evaluar las posibilidades de que la guerra ocurra en nuestro propio territorio. De llegar a una conclusión en la que esa posibilidad exista próximamente, deben tomar y hacer tomar conciencia a la población. En ese caso tienen realmente que preparase y prepararnos para lo que hay que afrontar. Muchas cosas que hoy hacemos y nos parecen importantes dejarían entonces de tener valor. Ante el peligro de guerra lo que adquiere más valor es la vida, la de la familia, la de los amigos, vecinos y la propia. En nuestro caso y por razones obvias lo que adquiere más valor junto a lo descripto es la defensa de nuestro país y nuestro territorio, el sitio que tenemos para vivir y desarrollarnos, el sitio donde podemos ser nosotros mismos. En la preparación para estas situaciones extremas vemos realmente una gran desorganización. A juzgar por ella parece que esa opción no existe en las evaluaciones de nuestros gobernantes. Ojala que tengan razón, porque de no ser así estaremos en graves problemas.
POSIBLEMENTE LA GUERRA NO COMIENCE CON IRAN
Todo indica que puede ser inminente una confrontación con Siria. Si esto sucede es probable que se sume la organización terrorista Hezbolah o que también participe el Hammas si sus dirigentes creen propicia la ocasión. El presidente Assad está envuelto en un conflicto interno que lleva varios meses de duración y casi 5000 muertos en su haber. A pesar de ello y de las condenas o sanciones decididas incluso por la Liga Árabe se aferra al poder sin escatimar métodos violentos. Su gobierno y su poder peligran minuto a minuto. Es sabido que los dictadores hacen cualquier cosa antes de ceder o perder su posición y su dominio sobre los ciudadanos, los bienes y las decisiones. A muchos de nosotros nos toco ver y vivir la época en que el General Galtieri llevo a la guerra a la Argentina ante una potencia como Gran Bretaña a pesar de saber de antemano que perdería. Lo hizo para unir filas frente a una causa común que haga olvidar cualquier error o diferencia que el pueblo tuviera con su gobierno militar. Esta fórmula se repitió en otros países donde sus gobernantes buscaron perpetuarse. Ante las protestas en Siria, su Presidente no se cansa de culpar a Israel y a los Estados Unidos sobre lo que ocurre, aun sabiendo que no es cierto. Quiere distraer al pueblo y trasladar su responsabilidad sobre los hechos. Está seguro que si emprende una campaña bélica en nuestro territorio unirá a los sirios en un frente común además de recibir premios y ayuda de su patrocinador. A Irán le viene como anillo al dedo que su socio y protegido inicie las hostilidades. Si participa apoyándolo con todo su potencial se sentirá mas cómodo que en una guerra directa. Luego ya verán como culpar a los judíos de todo lo sucedido con los sirios.
Aunque nuestro Ministro de Defensa Ehud Barak cambie cada semana de opinión sobre las intenciones de Israel y sobre la inminencia de ser atacados, la posibilidad es latente.